Y fue entonces cuando comprendí que las lágrimas no podrían hacer que alguien que había muerto volviera a vivir. También aprendí otra cosa sobre las lágrimas... con ellas no puedes hacer que alguien que ya no te quiere vuelva a quererte. Lo mismo ocurre con las oraciones... Me pregunto... qué porcentaje de su vida desperdicia la gente llorando y rezando a Dios para que cosas que han pasado no hubiesen pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario