martes, 5 de julio de 2011

054#

"No me salen las palabras, me falta el aire. Recuerda que una vez abras la puerta, para mí, no serás nadie. Nadie puede entender lo que duele sentir en el pecho como el corazón se muere. Ando contando los días, amor y suerte. De apretar los dientes tengo sangre en las encías."


Una extraña sensación de dolor en el pecho, un sueño terrible que te despierta congelándote poco a poco la piel, y por supuesto, la cabeza a punto de estallar, de romperse en mil pedazos, de destrozar lo poco que me queda de corazón. Me lo fumo a cada paso, cada calada es un latido menos, un minuto menos de dolor. Te busco, pero no te encuentro. Te llamo, pero jamás estás. Quiero que todo cambie, pero es imposible. Necesito respirar al fin, que el mundo deje de ser gris, que tome algún otro color que no hiera tanto. Antes creía saber dónde estaba, pero ya no me siento segura en ningún sitio. Tal vez ya no me quede nada, he perdido desde las ganas hasta el recuerdo pasando por la esperanza. Ya no me creo nada. Todas las palabras son mentiras o las frases están mal estructuradas, el nosotros, tal vez debería ser tú y yo. Tal vez no debiese ser nunca "nosotros". No sé qué es lo correcto, ni sé qué es lo equivocado. ¿Cómo hemos permitido que pasase esto? Tal vez no era el resultado que esperábamos o tal simplemente las cosas siempre sean así y todo termine sin llegar a empezar a ser lo que soñábamos. A estas alturas ya no entiendo, pero no estoy segura de que lo entiendas tú. He tomado una decisión y tal vez ya no haya vuelta atrás o tal vez sí, sólo el tiempo puede decidir. Sólo nosotros podemos cambiar nuestro destino, pero no estamos por la labor. Sé que esto tan sólo es un sueño, pero por favor, no me acaricies, podrías romperme, frente a ti soy demasiado frágil. Por favor, no me beses, que en tus labios me derrito. Por favor, no me digas más que me quieres. Por favor, te lo suplico... No quiero seguir sintiendo este vacío en el pecho y saber que esto sí es un verdadero invierno o más bien un infierno, un estúpido castigo que parece ser eterno. Lloro, golpeo a la pared, grito, y fumo, intento calmar estos nervios que me consumen por dentro, intento seguir caminando en un camino lleno de piedras y ya no sé si es el camino a seguir o tan sólo el equivocado. Ya me cansé de gritar al cielo, pidiendo una señal. Ya me cansé de considerar acierto a cada fallo. Ya me cansé de soñar con que aún estás. Tu cuerpo se ha ido, con tu mente y tu alma. No puedo considerarte mío, soy incapaz de mirar a través de los kilómetros y ver que mi recuerdo sigue intacto. Soy incapaz de leerte como tú me lees a mí, desnudándome en cada página, leyendo los espacios vacíos que hay entre líneas, pero no de engancharme como si fueses una droga, no de mirarte como la obra de arte más hermosa y que más roza la perfección. No sé si nada tiene sentido, sólo que mi cabeza no está donde debería y tan sólo se dedica a pensarte. Sólo sé que me ahoga este frío, esta soledad que aprietan y no cesan. No sé qué pensar y no sé si puedo ya hacerlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario